Sólo mis perras saben el día en que el mundo dejará de existir.
Pero no les importa: prefieren esperar a que llegue uno, languetearte la mano, dormir la caña del calor, pedir agua limpia, que les rasquen la guata, sonreir, que les den de comer, ladrarle a los extraños y a los autos y al cartero por puro joderlo. Mueven la cola como si fuera un limpiaparabrisas. Todo de pura felicidad. De simpáticas que son.
Definitivamente,
Sólo mis perras han visto la luz.
6 comments:
Javier:
Ahora ya te veo como poeta pienso de que tu poesia son preciosas bueno la poesia es la enseñanza de la vida.Bueno te invito a mi blog:
Http://revolucionaria81.blogspot.com/Donde hay un poema de gabriela mistral.Espero de que te gustes.
en mi próxima vida moveré la cola,
Tus perras son hermosas. Yo también tengo mi propio vidente.
Primer comentario, permiso.
Las debés tratar bien a tus niñas si es constante su movimiento de cola. Deben ser felices gracias a su dueño.
Cuántas perras tenés?
Salú!
tengo cincos, cuatro aristócratas y una quiltra loca.
Acaban de agarrar a una gata, la salvé de sus perras fauces y está en una clínica la pobre.
Qué pelea esa, los gatos y los perros, y la ONU no interviene nunca, señor!
Yo no soy ninguna pitonisa, pero sé mover la cola. Es un poco corta eso sí. Pero también me gusta qeu me rasquen la guata y le ladro a quienes me molestan.
Tal vez tengo vocación de perra.
Mónica Valentina
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