Wednesday, May 23, 2007

QUE EL DIOS ABANDONABA A ANTONIO


Cuando de repente, a medianoche, se escuche
pasar una comparsa invisible
con músicas maravillosa, con vocerío -
tu suerte que ya declina, tus obras
que fracasaron, los planes de tu vida
que resultaron todos ilusiones, no llores inútilmente.
Cómo preparado desde tiempo atrás, como valiente,
dile adiós a Alejandría que se aleja.
Sobre todo no te engañes, no digas que fue
un sueño, que se engañó tu oído:
no aceptes tales vanas esperanzas.
Como preparado desde tiempo atrás, como valiente,
como te corresponde a ti que de tal ciudad fuiste digno,
acércate resueltamente a la ventana,
y escucha con emoción, más no
con los ruegos y lamentos de los cobardes,
como último placer los sones,
los maravillosos instrumentos del cortejo misterioso,
y dile adiós, a la Alejandría que pierdes.
Constantino Kavafis
(1.863-1.933)

Friday, May 04, 2007

PERROS, PERROS, PERROS, PERRAS


Resulta que un perro tiene pulgas, pero no malas pulgas. Cuatro perros, una gran alegría. Si son perras, aún mejor: tienen un cariño enorme por esta persona extraña, bípeda, que llega por las tardes tarde o bien las saluda en la mañana.
Lo bonito de las perras es que sus colas son antidepresivas. Cuando las baten la brisa que generan te recomponen el aura y hacen sonreir hasta al más gótico.
¿Sabía usted que las perras sonrien? También se rien. Mueren por un calcetín hecho pelota o bien, una pelota. Es el LSD de los perros perseguir esa cosa perfecta que da botes. Ni hablar con el placer que les da el concepto "hoyo". Saca de quicio a algunos humanos, pero cortémosla: las mujeres tienen pedicuro, las perras, hoyos. Dejan sus uñas perfectas. Al final, las perras son muy minas. Tienen su ego. Su coquetería.
Las pobres no saben que los humanos usan su nombre peyorativamente. La verdad, el idioma humano les parece idiota, pero no lo dicen. También son respetuosas y aunque prefieran el ladrido lejos a eso de las palabras se lo guardan porque no les interesa el conflicto. Para eso están los gatos. Vaya que están los gatos. Mejor ni nombrárselos. Es como cuando a uno le decían que había coliflor de almuerzo. Un horror.

Wednesday, May 02, 2007