
De súbito uno anda pajareando por el mundo blog arrancando de algo indescifrable, chuteando una lata botada entre cada click y wow, esto. Lo robé de algún lugar y salí corriendo y me escondí en esta página, es que fue como si hubiera visto tu corazón en una vitrina abierta y claro, nadie cerca, y bueno, seamos honestos dentro de todo, fue imposible contenerse. Todos llevamos un cleptómano reprimido dentro.
Y uno piensa en su papá que ya no está, como que vuelve a medir un metro de altura y camina de la mano con él y recuerda eso de que el mundo se puede cambiar aunque algunos adultos con yayas digan lo contrario.
Y piensa en el hijo que quiere tener algún día. Y abrazarlo.
No es malo ser cronopio. Se tiene problemas con el banco pero y qué, se le sonrié al ejecutivo y ya está.